La mujer como producto

Por: Maribel Cendales

Siempre me ha impresionado el gran poder que tiene los medios de comunicación sobre la sociedad, especialmente la publicidad, ésta encargada de impresionar los sentidos, con el objetivo de vender un producto, pero curiosamente siempre se utiliza a la mujer para tal objetivo.
La mujer siempre ha sido fuente de inspiración, para poetas, escritores y en los últimos tiempos para los publicistas; éstos últimos en sus campañas publicitarias muestran a la mujer como un objeto sexual, para probar esto solo basta con prender el televisor y ver por ejemplo una propaganda, sobre alguna bebida alcohólica o caminar junto a un taller de mecánica o un local que venda pintura, donde se encuentre un cartel publicitando un producto en particular, en los casos anteriores, la atención del televidente o del caminante, se la llevara una hermosa mujer ligera de ropa que esté en el cartel o en la propaganda. El caminante o el televidente, seguramente se convertirá en consumidor del producto publicitado, entonces la publicidad alcanzará su objetivo, ya mencionado líneas atrás.

Pero los publicistas no son los únicos encargados de mostrar a la mujer como un objeto sexual, también de ello se encargan los medios de información, como ejemplo tenemos las secciones de entretenimiento de los noticieros, las cuales son presentadas por mujeres, que generalmente no han estudiado comunicación social-periodismo y siempre portan faldas muy cortas y/o blusas demasiado descotadas. Las presentadoras no son las únicas que son mostradas de una forma sexual; muchas notas de estas secciones exponen a mujeres de un modo sensual disfrazándolo, por ejemplo con informaciones sobre un desfile de moda, aunque claro todo esto se realiza por interese económicos, pues entre mas piel se muestre, mas rating se conseguirá.

Ante todo esto surge la pregunta ¿no existen otras formas de vender un producto u obtener rating, sin necesidad de utilizar a la mujer como objeto sexual?